El paso de una
web estática, en la que solo se podía acceder al contenido publicado sin
posibilidades directas de interrelación, a una web abierta y dinámica abrió las
puertas a los usuarios para crear, producir contenido, compartirlo con
otros usuarios y a su vez opinar sobre las producciones de otros usuarios. Muchas herramientas disponibles en la Web
2.0, han facilitado la apertura de espacios
online, nos han dado la posibilidad de subir imágenes, compartir videos,
agregar valor con nuestros comentarios, editar o modificar algo ya publicado. Estos recursos digitales han sido aceptados
globalmente e incluidos en la rutina diaria de muchas personas. Las empresas
invierten millones en investigación de mercado para monitorear tendencias
por parte de los usuarios para satisfacer (o generar) sus necesidades, que en
su mayoría están relacionadas al entretenimiento. Sin embargo, las aplicaciones
de la Web 2.0 no fueron creadas con un fin educativo.
En un mundo en
que las distancias se reducen y las fronteras desaparecen, la posibilidad de
conectase fácilmente a Internet y, en especial, la llegada de dispositivos
móviles con fácil acceso a Internet que permiten a los usuarios acceder a
la información en cualquier momento y lugar, han modificado marcadamente las
formas de comunicación con otros. Las
nuevas generaciones de alumnos a los que nos enfrentamos(“nativos digitales”) son usuarias de muchas de las aplicaciones
disponibles en la web. Para estas nuevas generaciones la web pareciera
ser el espacio de elección para llevar a cabo sus prácticas cotidianas, para comunicarse con su entorno, aunque en la
mayoría de los casos con fines no académicos. Las aplicaciones disponibles
en la Web no fueron creadas con un fin educativo. Los docentes llegamos tarde a estas tecnologías,
muchos de nosotros nos consideramos “novatos digitales”, ya que si bien
conocemos de la existencia de las muchas de las herramientas Web que
existen muchas jamás las hemos utilizado y desconocemos el potencial que las
mismas pueden llegar a tener. Sin embargo, esta
en nosotros, los docentes, vencer los prejuicios al empleo de los recursos
digitales para poder aprender a aprovechar los nuevos hábitos que en estas
nuevas generaciones de alumnos se generaron, tomando las ventajas propias
del medio online para potenciar el trabajo y enriquecer los procesos de
enseñanza y potenciar los aprendizajes de los alumnos.
Las herramientas
de la Web 2.0, aunque no hayan sido creadas con fines académicos, nos brindan enormes
posibilidades para enriquecer el aprendizaje al trabajar en un entorno que
pueda resultar atractivo e inspirador para los alumnos. Esta en nosotros,
los docentes, capacitarnos y comprender estas herramientas tecnológicas para
lograr capturar la atención y comprometer a los alumnos como protagonistas
activos en la experiencia del aprendizaje aprovechando un entorno en el cual se
desenvuelven cotidianamente y encuentran amigable.
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